Karla María Moya Boada

Los agentes de la Dirección General de Migración procedieron a la detención de la presunta cirujana plástica, Karla María Moya Boada, en el Aeropuerto Internacional de Punta Cana, mientras intentaba abandonar el país.

La razón de su detención radica en una alerta migratoria emitida en su contra debido a una investigación en curso por ejercer la cirugía plástica con certificados falsos.

Posteriormente, la detenida fue trasladada desde Punta Cana a las instalaciones de la Dirección de Migración y, posteriormente, remitida a la Dirección General de Investigaciones Criminales de la Policía (Dicrim) para seguir los procedimientos correspondientes.

El programa de investigación "N Investiga" llevó a cabo múltiples reportajes que revelaron que la venezolana Moya Boada estaba ejerciendo la cirugía sin las credenciales adecuadas. Esto condujo a una intervención por parte del Ministerio de Salud Pública, que ordenó el cierre del consultorio "Ki Centro Médico Integral del Caribe", propiedad de Moya Boada, debido a la prestación irregular de servicios médicos estéticos.

A pesar de estas acciones, la venezolana desafió a las autoridades y, dos meses más tarde, se descubrió que seguía atendiendo pacientes en otro centro médico. Una nueva investigación del programa mostró pruebas de que Moya Boada tenía un consultorio en el "Centro de Medicina Reproductiva Integral y de Atención a la Femenina (CEMERAF)" para continuar realizando cirugías estéticas.

Cuando se intentó concertar una cita con la presunta doctora, la recepcionista respondió: "La doctora está ocupada… ella está trabajando aquí, pero tendrías que venir a la evaluación", mientras se podía escuchar la voz de Moya Boada de fondo.

Además, Karla María Moya Boada hacía firmar a sus pacientes un documento antes de los procedimientos que, en lugar de proporcionar información objetiva, parecía diseñado para persuadir a los interesados y hacerles creer que los procesos eran más sencillos de lo que realmente eran.

El abogado Eduard Veras Vargas señaló que el contenido del documento, según reveló la periodista Nuria Piera, parecía destinado más a atraer a los clientes que a informar a los pacientes.

El doctor Sergio Guzmán, presidente de la Sociedad Dominicana de Cirujanos Plásticos y Reconstructivos, expresó su preocupación por el documento mencionado y señaló que Moya Boada estaba intentando deslindarse de cualquier responsabilidad potencial por los procedimientos. También manifestó su pesar por la falta de escrúpulos en el campo de la medicina, donde algunas clínicas contratan a médicos sin verificar adecuadamente sus credenciales.

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